jueves, 10 de mayo de 2012


CHIGUALO

 El Chigualo es la ceremonia fúnebre o de velación del cadáver de un niño menor de siete años, practicada en zonas rurales del Pacífico colombiano. También se le denomina velorio de un angelito, angelito bailao o muerto-alegre. Este ritual esta acompañado de música, cantos y baile, pues se despide con alegría y entusiasmo a un infante fallecido, debido a creencias culturales – religiosas, ya que se asegura que un niño fallecido llegará al reino de los cielos, porque a su temprana edad se ha marchado de la tierra sin cometer pecado alguno.
En la ceremonia, se ejecutan cantos a capela, a una voz y con coros, con acompañamiento del palmoteo, el ritmo de las voces, en el canto o recital, es marcado por los tambores y los guasás, los cuales también indican el compás cuando se trata de bailar. La base rítmica es alegre, es la que corresponde al Currulao, con aires de Bunde.
El ritual también esta amenizado por juegos lúdicos infantiles de la región, creados por las comunidades rurales, se cantan oraciones pidiendo a Dios que reciba al niño en su reino, y en algunos casos se carga al cadáver pasandolo por los brazos de varias personas. El instrumental empleado en su ejecución se restringe a la marimba de chonta, los cununos macho y hembra, los bombos macho y hembra, el redoblante y los guasás.




Contradanza chocoana


Origen

Este baile se origina en la corte de la antigua Escocia donde recibía el nombre de country-dance, o danza rústica aldeana en el siglo XVII, de allí pasó a Wells, Inglaterra donde fue enriquecida por las influencias cortesanas y por los danzantes de morris Dance en la cual adquirió una coreografía compleja y espectacular, semejándose en ciertos momentos a la clásica "cuadrilla". Luego hizo un recorrido por Europa llegando a Francia, luego a España y de allí los colonos la trajeron a América y es asimilada por los negros del pacífico al observar a sus amos patrones bailarlas en sus fiestas y recepciones sociales.

Género Musical

El tema musical, nacido de un valseado muy cadencioso, desapareció totalmente al llegar al Chocó y al occidente de Antioquía, donde se le imprimió una melodía sincopada, más a tono con los gustos del mulato y el negro, siendo tocado exclusivamente para bailar.


Es una danza reposada y con clase; su coreografía es jocosa y se tornan algunos pasos difíciles en su ejecución: se disponen los bailarines en grupos de cuatro personas donde se toman de la mano; al igual que la danza con brazos levantados en el primer acto se desplazan circularmente con pasos cortos hacia adelante y hacia atrás, inclinando a la vez la cabeza en la dirección que se avanza, si va hacia delante la cabeza se inclina hacia adelante y si retrocede, la cabeza se inclinará hacia atrás; en el segundo acto se toman por parejos manos extendidas meciéndose con la pareja de su grupo, luego se vuelve al primer párrafo y se repite la primera acción, es una danza bimembre, la hace rica la cantidad de elementos que introducen los bailarines espontáneamente en el bailoteo, se finaliza en el escenario con los grupos de cuatro personas, no posee canto, el vestido utilizado son los colorines, faldas largas, de ropa común que hemos determinado para el abosao y otros bailes de traje ordinario o de trabajo en los bailes populares es preferida por los bailadores y al igual que la Jota se emplea para demostrar dotes de gran bailarín y transmitir estos pases, muecas, gestos a sus descendientes para que la tradición continúe quienes aprenden en las zonas rurales.



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